Esperamos que esta reseña histórica de Jerez de la Frontera sirva para la mayor comprensión de esta ciudad, si se decide a visitarla o a navegar un poco por las entradas que iremos publicando sobre ella.
Los orígenes de Jerez datan del primer milenio a.C. aproximadamente, en la zona de Mesas de Asta, poblado de la cultura tartésica, con una superficie de unas cuarenta hectáreas que, en la actualidad, es un barrio rural de Jerez a unos 11 km. de distancia.
Los orígenes de Jerez datan del primer milenio a.C. aproximadamente, en la zona de Mesas de Asta, poblado de la cultura tartésica, con una superficie de unas cuarenta hectáreas que, en la actualidad, es un barrio rural de Jerez a unos 11 km. de distancia.
Existen indicios de que también se establecieron los griegos, pero más restos se han encontrado de la ciudad romana Asta Regia, sita en el mismo emplazamiento.
En la Edad Media, a partir del siglo XII, parece que toma importancia la zona que en la actualidad ocupa la ciudad de Jerez, tras la ocupación musulmana por los almohades, quienes construyeron una muralla.
La muralla, parte de la cual se conserva, protegía la zona que hoy conocemos como casco histórico de Jerez y contaba con cuatro puertas, inexistentes hoy en día.
En este lugar , entre Calle Larga y Calle Porvera, se encontraba la Puerta de Sevilla.
La ciudad musulmana de Jerez estaba formada por calles estrechas que aún siguen latentes.
La Alcazaba (Alcázar) se construyó sobre la parte más alta de la ciudad para su defensa y vivienda de los mandatarios.
La Alcazaba (Alcázar) se construyó sobre la parte más alta de la ciudad para su defensa y vivienda de los mandatarios.
Integrado en la ciudad se encontraba el barrio de la judería, con dedicación al comercio, las finanzas y la recaudación de impuestos, del que apenas quedan vestigios, salvo el nombre de la calle Judería.
En 1264 Alfonso X el Sabio conquista la ciudad, expulsando a sus habitantes y repoblándola con habitantes de los reinos cristianos.
Sobre las antiguas mezquitas se construyen templos dedicados a los cuatro evangelistas y San Dionisio.
Iglesia de San Dionisio
Ya en la Edad Moderna, en el siglo XVI, comienza el comercio vinícola con los ingleses, adquiriendo Jerez un gran desarrollo.
En este momento, Jerez se encuentra entre las diez ciudades más pobladas de la peninsula y se levanta el antiguo cabildo, obra de estilo plateresco de Andrés de Ribera.
El antiguo Cabildo
Las familias nobles de Jerez construyen palacios, como el de Riquelme, de estilo renacentista; la casa de los Ponce de León, con una ventana esquinada de estilo plateresco y patio renacentista; el palacio de los Dávila, también con una ventana esquinada.
Se abren nuevas puertas en la muralla, como la puerta del Arroyo, con el fin de facilitar la comunicación con Rota y la Bahía de Cádiz.
La ciudad comienza a crecer fuera de la muralla y se construyen plazas, como la Plaza del Arenal, resultando puntos de encuentro sociales y comerciales.
En esta fecha, destaca especialmente la construcción del monasterio de la Cartuja, cuya portada es obra de Andrés de Ribera. La Cartuja cuenta con una espectacular sillería de estilo plateresco de los artistas Jerónimo de Valencia y Cristóbal de Voisín. Su retablo mayor estaba compuesto por pinturas de Zurbarán.
A nivel eclesiástico van construyéndose otras iglesias, como la de San Miguel y la Victoria.
La Colegial, actual Catedral, se construyó sobre el solar donde se hallaba la Mezquita Mayor de la ciudad, durante el siglo XVIII.
Catedral de Jerez
Del siglo XVIII destacan los siguientes edificios civiles:
- Palacio de Carrizosa, con balcones volados cubiertos de guardapolvos.
- Palacio del Marqués de Domecq, que representa al típico palacio señorial de Jerez. Cuenta con una bella puerta de estilo barroco.
- Palacio Villapanés, del marqués de Villapanés, con esquinas rematadas con ángeles.
Siguiendo la estructura de la casa de la antigua Roma, la casa palaciega jerezana cuenta con un patio central.
Estos palacios suelen contar con un jardín y tres plantas, quedando reservada la más alta de ellas a residencia del personal de servicio interno.
Ya en la Edad Contemporánea, en el siglo XIX, Jerez alcanzaba un gran desarrollo gracias al comercio vinícola y contaba con unos 50.000 habitantes.
En este siglo se retiran la puertas de la muralla de la ciudad, se construyen edificios adosados a la misma y se construyen plazas sobre terrenos desamortizados a los conventos, como sería el caso de la Plaza del Banco y Plaza del Progreso.
Plaza del Banco
Es especialmente importante la Plaza Rivero, en cuanto era aquí el lugar donde se trajeron las aguas desde el manantial del Tempul, para que pudieran ser utilizadas por los ciudadanos.
Comienzan a construirse las catedrales del vino, es decir, las bodegas, alrededor de la ciudad.
En 1862 la reina Isabel II inauguró la singular bodega de La Concha, diseñada por Eiffel, para Bodegas González Byass.
Los palacios construidos en el siglo XIX, a destacar, serían los siguientes:
- Recreo de las Cadenas, que se atribuye a Charles Garnier. En la actualidad es la sede de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.
- Antiguo Casino Jerezano, que pasó a ser de la Compañía Sevillana de Electricidad y más tarde de una entidad bancaria.
- El Mercado de abastos, obra de José Esteve.
Del mismo periodo data el Teatro Villamarta, obra de Teodoro Anasagasti, por encargo del Marqués de Villamarta
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