Desde 1845, al atardecer y aprovechando la bajamar, la playa de Sanlúcar de Barrameda se convierte en el más bello y singular hipódromo del mundo.
Las carreras se celebran al atardecer, en dos ciclos de tres días durante el mes de Agosto, con un fondo único: el parque nacional de Doñana.
La emoción se ve acrecentada con las apuestas, de gran tradición y para todos los públicos, ya que hasta los pequeños preparan sus puestos de apuestas con unos suculentos premios: unas golosinas.
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