Un paseo por Medina Sidonia es una excelente entrada a la comarca gaditana de La Janda, sita a las puertas del parque de los Alcornocales. Se encuentra en la zona interior de la provincia y tiene el bien merecido galardón de haber sido declarada Conjunto Histórico Artístico.
Sus antiguos orígenes la sitúan sobre una montaña, llamada Cerro del Castillo, con una altitud de unos 300 metros aproximadamente.
Parece ser que comenzó siendo un establecimiento fenicio, luego una importante colonia romana llamada Asido Cesarina, pasando a ser más adelante la capital de la cora musulmana de Sidonia. Ya en el siglo XV pasó a pertenecer al Señorío de los Duques de Medina Sidonia.
Vista desde la cima de la ciudad, desde la zona del castillo.
La ciudad cuenta con bellos e interesantes arcos musulmanes.
El Arco de la Pastora da acceso al centro histórico, al interior de la zona amurallada, data del siglo X.
Típica calle, con casas encaladas.
La Iglesia Santa María la Coronada, es un templo del siglo XVI, de estilo gótico y plateresco, construida sobre la antigua mezquita de la ciudad, que cuenta en su interior con una valiosa talla de Pedro Roldán.
La ciudad cuenta con el legado de los restos de tres castillos que se fueron superponiendo a lo largo del paso del tiempo: el castillo romano, el alcázar árabe y el castillo medieval
Conjunto arqueológico Cerro del Castillo
A la salida del casco histórico, monumento que recuerda el legado del paso de la civilización romana.
Una institución que no podemos dejar de mencionar, por su importancia en la ciudad, es la Fundación Casa Medina Sidonia, que cuenta con un destacable patrimonio artístico: el palacio de los Guzmanes, con su colección artística y archivo histórico, declarado bien de interés cultural.
Resulta muy interesante en la zona, el corredor verde de las dos bahías, que une la Bahía de Cádiz con la Bahía de Algeciras.
Resulta muy interesante en la zona, el corredor verde de las dos bahías, que une la Bahía de Cádiz con la Bahía de Algeciras.
Un encanto especial de esta ciudad gaditana consiste en que se encuentra rodeada de Ventas o mesones, donde se pueden degustar las delicias gastronómicas de la zona, servidas en generosas raciones: cabrito, cerdo, conejo, venado, espárragos, caracoles, postres caseros, etc.
No podemos dejar de mencionar la tradición repostera de la ciudad, de mano de los obradores de los conventos de monjas, destacando el alfajor de Medina, con denominación de origen propia y que nos recuerda sus orígenes árabes. Otras delicias de las que puede disfrutar nuestro paladar son los mazapanes, tortas pardas, amarguillos, piñonates, yemas, etc.
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